La técnica de estampado por sublimación con plancha casera es un mundo de posibilidades, tanto para los textiles como para superficies rígidas: madera, chapa, foam board, azulejos, etcétera.
En esta guía recorremos los elementos básicos y los mejores tips para tus sublimaciones.
En la paleta de Eterna hay más de 35 colores de esta pintura de uso indirecto: se utiliza siempre sobre un papel desde el que se traspasa a una tela u otra superficie con el procedimiento de estampa.
Los papeles comunes –resma 70 u 80 g, afiche o sulfito (el que viene en rollo y se usa en el almacén para envolver)– son aptos para que pintes con Pintura para Sublimación. Nunca utilices papel ilustración o similar porque la pintura patina sobre su superficie encerada.
Para que la sublimación suceda, la superficie a estampar debe contar con un alto contenido de poliésteres. Las telas sintéticas con un 70 % o más de poliéster en su composición no requieren ningún tratamiento previo para sublimarlas, la pintura se integra a la fibra fácilmente. En otras telas (como algodón) o en superficies rígidas, es necesario aplicar una base de adherencia especial.
La estampa por sublimación es un procedimiento increíble: las partículas de pintura que están en el papel se evaporan con el calor de la plancha y se adhieren a la superficie que deseas estampar. Para esto, la cara pintada del papel debe apoyar sobre la superficie a estampar (te conviene sujetar siempre tu lámina con cinta para evitar que se mueva durante el planchado).
Seguí estos tips de Planchado:
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