Mi acercamiento con el arte fue espontáneo, impensado, catártico y genuino. Surgió en el momento más difícil de mi vida, durante los últimos meses de existencia de mi padre. Llegó para ayudarme a canalizar esa pérdida, la adversidad, a través de pinturas de muchísimos colores y contrastes plasmados en prendas de todo tipo pintadas a mano.  Ahí descubrí mi verdadera pasión y encontré un nicho que estaba vacío.

Desde el inicio, mi propuesta subyugó a las  mujeres que buscan, cada vez más, vestir diseños exclusivos, prendas versátiles que se amalgaman perfectamente con la intervención realizada en ellas, atemporales, usables, con un ADN único: verdaderas obras de arte.

Siempre me gustó dibujar, pero lo tenía como un pasatiempo y, con los años, lo dejé de lado. Con la pandemia volví a reencontrarme con mi lado artístico y, en septiembre de 2020, nació @polibujos_flo. Comencé vendiendo retratos de personas y de animales hechos con lápiz negro y de a poco fui animándome a más: pintando con acrílicos mis propias creaciones, además de las que me encargaban. Después, empecé a intervenir objetos de fibrofácil y, cuando me di cuenta, pintaba todo lo que tenía a mi alcance. Un día, mi hijo fue a un cumple y se pintó la carita por primera vez; sentí que podía expresar mi arte a través de los niños. Me capacité en maquillaje artístico a principios de 2022 y, en agosto, empecé a pintar en eventos infantiles.

Todo se dio rapidísimo y, como nunca me detengo y quiero que sea especial y original lo que hago, incorporé al maquillaje blings (apliques) y Glitter Gel que yo misma hago