Manejar con destreza
tus craquelados
Este efecto tan popular en la pintura decorativa busca imitar el cuarteado natural que algunas pinturas adquieren por el paso del tiempo; también se puede utilizar para imitar la textura de algunos cueros. Te contamos los secretos para dominarlo.
1. El color de fondo
Es súper importante decidir el color sobre el cual vas a trabajar porque su tono aparecerá a través de las grietas que se formen con el efecto craquelado. Puede ser el mismo en todo el efecto, para lograr una textura de un color uniforme (A) o variar para generar contrastes (B). Si el material de tu trabajo es madera, te recomendamos utilizar nuestras Bases Acrílicas: son muy cubritivas y tenés más de 30 colores para elegir. En cambio, si trabajás sobre vidrio o chapa, podés utilizar los Esmaltes Acrílicos y si lo hacés sobre tela, Pintura para Tela.
2. El Barniz Base
Este componente del Set Craquelador es el primero que vas a utilizar, es un producto incoloro y la cantidad que apliques (carga de material en las pinceladas) determinará la profundidad que adquieran las grietas del efecto.
Te aconsejamos aplicar dos manos de pinceladas cortas y con buena carga de Barniz: pincelá la primera mano en sentido horizontal (A) y dejá secar 30 minutos. Pincelá la siguiente en vertical (B).
3. El Craquelador
Este componente se aplica cuando el anterior está bien seco. Podés utilizarlo transparente como viene en el frasco o colorearlo con:
• Nuestro Acrílico Deco, si querés un color contundente, o
• Con algunos de los tonalizadores, si querés colorear pero que prevalezca la transparencia.
No hace falta que apliques dos manos, pero sí tenés que saber que el craquelado tiene una fórmula de oro: a mayor carga de material, más grandes serán las formas del cuarteado, y viceversa.
Es muy importante que dejes orear naturalmente esta aplicación; si el clima está muy húmedo podés ayudar con un secador, pero asegurate de no aplicar calor cerca de la superficie para evitar que aparezcan globitos en la pintura.