Proteger tus cuadros
Cuando pintás un cuadro, la labor final de protección tiene poco que ver con la creatividad, pero mucho con preservar intacta la que ya volcaste sobre el bastidor. Barnizar la superficie aporta una película transparente que permite resguardar la obra, a la vez que mantiene los colores de la pintura con su apariencia original.
Estos tips simples y muy útiles surgen de la experiencia artística de TIN y Cecilia Aguayo.
El Producto adecuado
Barniz y Diluyente al agua: aporta una fina película transparente de gran elasticidad y resistencia al rayado. Viene en tres tipos de terminaciones: mate, satinado y brillante. Cuando pintás con Acrílico Decorativo Premium o Profesional, el satinado es ideal porque mantiene perfectamente el acabado natural del producto, ni más ni menos.
La Herramienta perfecta
Una pinceleta blandita y suave, podés variar el tamaño de acuerdo a la superficie de la obra. Te conviene reservarla exclusivamente para esta tarea para mantenerla siempre intacta. La lavás con agua y jabón.
El Momento justo
Siempre esperá a que la pintura esté completamente seca, caso contrario, el barniz puede arrastrar partículas de color de la pintura.
DOS TIPS…
DE TIN
- Cuando el barniz está recién pincelado deja una estela blanca: no te preocupes, al secar será completamente transparente y realzará mucho más el color de terminación de tu obra.
- Si mirás a contraluz podés chequear si alguna zona quedó sin cubrir. No te olvides de llegar bien con tus pinceladas hasta los bordes.
DE CECY
- Si la obra tiene mucha textura, hay que evitar que el Barniz se acumule entre los relieves. Asegurate de distribuirlo en forma homogénea y prestá especial atención a esos lugares.
- La protección se puede renovar si la obra pierde el brillo característico de un acrílico luego de mucho (mucho) tiempo. Si sucede, hay que limpiar suavemente la superficie y volver a pasar una capa de Barniz.