Por definición, se consideran colores neutros a aquellos que contienen baja intensidad y saturación. Además, suman las mismas cantidades de los tres colores primarios más destacados: rojo, amarillo y azul. También se los reconoce porque son acromáticos, es decir, la luz que proyectan carece de croma, no tiene un tono destacado.
Con algunas particularidades que los distinguen del resto del círculo cromático, son tonos básicos, clásicos, eternos y siempre, pero siempre atractivos. En su formación intervienen colores primarios y secundarios. Podemos lograr colores neutros cálidos, fríos, apastelados.
Te sugiero que arranques con esta lista:
También están los llamados tonos naturales: marfil, crema, tierra, beige. Podes verlos, por ejemplo, en el estilo Japandi. O el marrón, considerado un color neutro cálido.
La experiencia del color es infinita y muy personal, pero creeme: si usás colores neutros vas a darles un toque atemporal a tus proyectos decorativos y los vas a poder combinar fácilmente. Sino, mirá estos ejemplos de proyectos realizados en Manos a la Obra:
realizado por la profesora arquitecta Lidia González Varela sobre cajón de madera con Chalk Paint, Pasta para Modelar, Láminas de Seda y toques dorados para resaltar la textura blanca.
En Chalk Paint 99. Grafito, apliques de lienzos y toques de Foil Laminador Chocolate y Cobre Rosado, realizado por la profesora diseñadora Gabriela Orio.
Una armonía donde conviven tonos cálidos y fríos.
Los neutros siguen picando en punta en las tendencias.
Un color para entender muchas cosas.
Un rosa tan intenso que se arrima al rojo, y...
Desde un lila muy claro, hasta un violeta intenso.