Realizar pátinas
con elementos caseros

Remeras viejas, virulana, cepillo de dientes y esponja son aliados en las múltiples pátinas que se pueden realizar para reciclar muebles. Te contamos algunas, pero en cuanto se activa la creatividad, seguro se te van a ocurrir otros recursos.

Virulana para el desgastado.

Esta compañera del taller es la que hará saltar, a su paso, la pintura de una pátina como si el tiempo hubiera surtido su efecto natural de desgaste.  El secreto para que la pintura salte solamente en las zonas que deseamos es aplicar entre dos manos de pintura (Acrílico Decorativo, Esmalte Acrílico, Chalk Paint) algunos toques de cera CKP para que la segunda mano de pintura no se adhiera.

 Si ya tenés lista tu esponja de acero, te dejamos algunos trucos de esa técnica.

Esponja y cepillo de dientes
para apariencia de porosidad

Cuando pasas un pincel y querés borrar cualquier rastro por mínimo que sea, podés recurrir a la esponja o un retazo de gomaespuma y poncear la superficie con muchísima suavidad antes de que seque la pincelada. Si, además, querés darle una apariencia extra de porosidad –por ejemplo, como tendría un mármol o un poco más marcada como la del bizcocho cerámico– mojá las cerdas de un cepillo de dientes, pasá la yema de tus dedos para rociar al agua sobre la superficie.

Trapos de algodón
para resaltar el veteado

Para imitar el acabado de maderas con pintura, generar vetas visuales es fundamental. Para ello, los trapos limpios y suaves de algodón son ideales.  Inmediatamente después de una pincelada, es decir con la pintura fresca, trapear en sentido que deseamos la veta ayuda a retirar excedentes de pintura. El veteado puede enfatizarse un poco más si pincelás con una brocha de cerdas suaves y secas la zona por donde pasó el trapo (siempre en la misma dirección).