Experiencias
desde la virtualidad
2020 irrumpió en los hogares y los trabajos tanto como en los espacios de recreación, hobby y aprendizajes. La virtualidad nos obligó a repensar modos de hacer para lo que
-hasta entonces- era impensado pantalla de por medio.
Por ello, compartimos estas tres experiencias de talleres en modo virtual que se reformularon para seguir adelante… porque la creatividad también se expresa en los modos de seguir y sostener.
Modalidad
Talleres grupales libres con la propuesta de acompañar la creación.
Herramienta
No conocía Zoom y lo tuvo que aprender. Incluso sumó clases sobre la herramienta para acompañar mejor a sus alumnos, que se familiaricen y adapten a su uso.
“Al comienzo colapsé, me enojé, lloré y pataleé porque pensaba que no iba a poder seguir adelante. El espacio de taller se redujo a mi escritorio y a mi sillón (hoy es un bunker más adaptado). Siento que esta experiencia fue, es y será muy provechosa desde lo espiritual, de aprender a manejarse con las personas desde otro lugar. Cuando uno necesita un abrazo y eso no está físicamente, hay otros recursos: escuchar, estar presentes, hubo clases en las que no trabajamos creando, sino que acompañamos a unos y otros, incluso a mí. Nunca con la sensación del “no hicimos nada”, siempre apoyándonos desde el lugar de encuentro. Mis alumnos son lo más, voy a continuar con la modalidad online porque creo que vino para quedarse”.
Modalidad
Trabajó con dos propuestas muy diferentes. Por un lado, Talleres libres y grupales y, por el otro, las clases regulares que dicta como docente de la Carrera de Técnico en Arte Decorativo que cuenta con Módulos programados.
Herramienta
En el primer caso, organizó videollamadas por pequeños grupos durante 2 horas y media con el objetivo de crear, improvisar a partir de los elementos que cada quien tenía en su casa. En el segundo, al contar con un programa de contenidos, la dinámica fue completamente distinta: enviar a los alumnos de cursada los videos grabados sobre un tema, trabajar las correcciones durante la semana y reforzar con clases por Whatsapp, los días sábados (como lo hacían presencialmente).
“Fue un año positivo por un lado y bastante agotador por el otro. Los cursos regulares fueron muy creativos, había que adaptarse a lo que había tanto en mi casa como en la de las alumnas. Aunque se extrañaron mucho entre ellas, se sintieron cómodas, y los encuentros fueron ágiles y personalizados. En el caso de la carrera, se notó mucho más la necesidad de la modalidad presencial para seguir el ritmo necesario, compartir las experiencias con cada nuevo tema y los materiales de trabajo. Creo que lo presencial y lo virtual seguirán conviviendo, sobre todo para las personas del interior o el exterior, que ya no viajan tanto y encontraron en lo virtual otra manera de aprendizaje. Veremos cómo se implementa para que tenga el mismo nivel de resolución para todos”.
Modalidad
Talleres libres grupales que convocaron a quienes ya eran alumnas en la modalidad presencial como a nuevas que se animaron con la propuesta.
Herramienta
Comenzó con salas de Facebook, luego implementó Meet para mayor interacción.
“Me llevó un tiempo tomar la decisión. Tuve que aprender el manejo de herramientas tecnológicas que nunca había usado, pero investigando y con la ayuda de mis hijos y nueras allí fui. Trabajar así me demostró a mí misma que soy capaz de reinventarme: la vida es un cambio constante y soy feliz aprendiendo. Ver en mi pantalla el rostro de las alumnas felices y luego las devoluciones que hacen es lo mejor que me puede suceder estando frente a un taller. Me gustaría volver al presencial, pero creo que esta modalidad va a quedar”.