Ejercicio abstracto sobre bastidor
Nora Pareja te propone trabajar la gestualidad desde lo espontáneo. El color y las texturas se logran con distintas espátulas y la consistencia cremosa del Acrílico Profesional.
1. Plantear los primeros trazos
Para superar el desafío del bastidor en blanco es mejor no pensar demasiado: elegí un color de tu paleta para comenzar y abrirte a la espontaneidad con un par de pinceladas amplias. Lo que viene después surge más fácil.
AGUA, EL BUEN DESLIZ
Al humedecer la tela del bastidor vas a lograr que tus pinceladas deslicen mejor –sin necesidad de que se diluya la pintura– y también vas a poder trabajar efectos como realizar marcas y retirar material con mayor facilidad.
2. INTEGRAR PLANOS
Para que los trazos que ya pintaste no luzcan desconectados entre sí, aprovechá a intervenirlos con distintos elementos cuando el Acrílico Profesional todavía está fresco.
Herramientas formales o…
Nora utilizó distintos elementos para realizar marcas, texturas, arrastres, etcétera. Sin embargo, podés utilizar cualquier otro recurso a mano para trabajar tus texturas: desde el canto de un lápiz hasta las puntas de un tenedor o un hilo.
3. REALIZAR LOS DETALLES QUE IMPORTAN
La distancia y la observación de lo planteado hasta aquí son claves para ajustar detalles, terminar de integrar y equilibrar todo el planteo de la obra. A diferencia de las instancias anteriores, en esta es importante darse el tiempo e intervenir sin impulso.
El blanco como aliado.
Este color es muy importante para los retoques finales: permite iluminar zonas, suavizar otras cuando está diluido e incluso corregir áreas muy cargadas para equilibrar el conjunto.
Nora Pareja
Artista plástica. Vive en Potrero de los Funes (San Luis) y dicta clases a niños, adolescentes y adultos.