Creatividad del hobby al oficio

“Lo más importante es el trabajo: trabajar todos los días sobre nuestros sueños y nuestras ganas. La mayoría de las veces nos vamos a frustrar, no va a ser fácil, pero nunca perder de eje el disfrute en esos momentos en los que agarramos los pinceles, las lijas, nuestros elementos de trabajo”.

EMPRENDEDORA:
Natalia Campos Villa

Artista plástica, creadora de Cápsula Leloir.

“Los overoles son el traje de superhéroe que utilizamos los artistas plásticos”.

Cómo comenzó

Cápsula Leloir surgió durante la pandemia como una necesidad de abstraernos de la realidad. Soy artista plástica y anteriormente trabajé para otras marcas; pasé por distintos rubros: pinté cuadros, murales, customicé prendas, intervine muebles. En base a toda esta experiencia, con mi esposo Juan Manuel Cinquegrani –que siempre se dedicó a imagen corporativa y comunicación, pero para otras marcas también– lanzamos nuestro emprendimiento.

PROPUESTA

Cápsula Leloir es un espacio dedicado al arte y al diseño, donde concebimos la moda de una maneraartesanal, única y personal. Trabajamos con las telas que vamos encontrando, compramos pocas cantidades y así consumimos todo lo que compramos. Confeccionamos en talleres zonales, con personas que trabajan desde sus casas, bien pagas. No hay una fábrica por detrás. Nuestras producciones no son masivas, sino cuidadas y pequeñas; no repetimos colores, ni estampas. Todo el tiempo van variando. 

Si bien algunas veces trabajamos en diseños a pedido, mayormente es una cuestión más orgánica, es lo que nos va gustando, no nos guiamos por temporadas, ni colecciones. Somos atemporales.

Generalmente, para la intervención primero planeamos la estética que le queremos dar a esa prenda en particular, algunas veces hacemos una pintura más espontánea, otras veces el tipo de tela nos exige un trabajo más cuidado entonces hay un dibujo previo y luego lo pintamos. Es fluir en lo que uno tiene ganas como lo haría en un cuadro.

Lo más importante para nosotros es saber que esa prenda está realizada de una manera artesanal donde cada uno de los detalles está cuidado y donde la intervención es parte de la creatividad de cada persona que la reciba. La idea es que las personas que lo utilizan puedan ser parte de esta obra y que llenemos las calles de colores y de arte. Eso es Cápsula Leloir, un proceso en el cual todos somos partícipes, es colaborativo fundamentalmente.

De hecho, hace un año y medio surgió la idea de invitar a otros artistas plásticos que utilizaban nuestros overoles a intervenir sus prendas con la intención de darles una nueva plataforma donde expresar su arte y que, de esta manera, ellos también formen parte de la obra que se completa cuando las usan y salen a la calle con suscolores.

En Cápsula Leloir decimos que vibramos en colores, y nuestra intención es que todas las personas que utilicen nuestras prendas lo hagan y sean parte de esa obra.

También algo que surgió de manera orgánica es que nuestro espacio dentro de las redes sociales le brinda la posibilidad a un montón de gente con diferentes oficios de mostrar lo que hacen. Nuestros modelos son los propios clientes que usan así nuestra plataforma para mostrar su trabajo y, a su vez, nos permiten mostrar los overoles. Creemos que las redes están hechas para enredarnos y colaborarnos.

UN CONSEJO

Más que un consejo, desde mi propia experiencia me gustaría decir que lo más importante es el trabajo: trabajar todos los días sobre nuestros sueños y nuestras ganas. La mayoría de las veces nos vamos a frustrar, no va a ser fácil, pero nunca perder de eje el disfrute en esos momentos en los que agarramos los pinceles, las lijas, nuestros elementos de trabajo.

Mucha perseverancia, cuando las cosas no salen volver a intentarlo porque siempre que uno hace las cosas bien intencionadas, desde el amor, al final hay recompensa.

Tener paciencia, no pretender que las cosas sean de un día para el otro. Todo lleva un tiempo. Saber quiénes somos, qué queremos mostrar, qué nos representa y qué no.

Ponerle mucha pasión y amor a lo que uno hace, dejarlo fluir sin tanta presión y siendo auténticos con lo que nos gusta.