“Soy un hacer de cosas,
un creador visual”
Mario Vélez es un artista con firma registrada en Cruz del Eje (Córdoba) cuyos murales embellecen la ciudad con un claro objetivo: acercar el arte a la comunidad.
“Que el arte esté presente siempre y al alcance de todos me parece fundamental. Es vital que todos podamos expresarnos en cualquiera de sus lenguajes”,
enfatiza el creador y nos invita a conocer mejor su propuesta.
¿Qué te atrae de realizar murales?
El poder trabajar a gran escala, intervenir el espacio público, la comunicación más directa con el público. Generar acciones visuales que hagan pensar, más allá de un disfrute estético. Cuando veo los murales por la ciudad me genera satisfacción saber que lo que hacemos da color, vida, genera otro estado de ánimo.
¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?
La inspiración viene de todos lados. Estar atento a otras realidades me hace pensar distintas temáticas y buscar la forma de generar estrategias para que el arte tenga llegada en cuanto a lugar y mensaje. Desde los dibujos infantiles, las frases, temas de actualidad o cuestiones más relacionadas con las costumbres o bien llevar el juego de palabras a una creación visual. Son muchos los disparadores creativos.
“El arte público nos permite tener a nuestro alcance los colores, la expresión viva, la creación latente y no sólo recibir el bombardeo publicitario de cosas banales”.
¿Cómo reaccionan los transeúntes ante tus murales?
Por lo general, hay buenas devoluciones. También al estar en la calle, a la vista de todos, hay quienes pueden no entenderlo desde lo estético o su contenido, pero eso también es parte del diálogo con el espectador. La diversidad.
Actualmente estás planificando intervenciones que conjugan arte y educación.
Sí. Es fundamental que nuestros niños no pierdan el asombro, la búsqueda, la experimentación y que todo eso les sirva para sacar lo que quieren decir y, muchas veces, por otros medios les resulta ajeno, lejano. Digo los niños como base, pero en realidad es buscar que el arte cómo expresión primaria nos permita a todos comunicarnos de forma libre.Que los adultos vuelvan a creer en esa ingenuidad, en poder pintar y sentir que está todo bien, sacarnos la mochila social del qué dirán. Despojarnos del sentirnos evaluados constantemente nos ayudará a fortalecer la autoestima, dejar de lado la competencia, entendernos más comunitarios y disfrutar de hacer arte.