Primeros pasos con
la resina epoxi
Una guía indispensable para principiantes y no tanto.
El Vidrio Líquido (resina epoxi + endurecedor) es la materia prima de un arte con muchísimas aristas: desde la más simple como el vitrificado de una superficie plana, hasta la creación de piezas o formas escultóricas mediante el uso de moldería o la creación de una matriz propia. Este último caso es el del artista plástico Leandro Sívori, quien lleva una década multiplicando sus esculturas de corazones con resina y difundiendo el arte con este material a través de workshops y talleres.
De la maestría de su hacer y de su generosidad surgen estos consejos para personas curiosas, creativas, principiantes y no tanto.
100 % resina epoxi
Hay muchos tipos de resinas, pero la consistencia con “cuerpo” nos da la idea de que es pura y no está rebajada con alcoholes que disminuyen su rendimiento.
- Revisá con detenimiento el estado de la resina en el frasco, debe lucir muy transparente y fluir en su envase con la consistencia de un aceite.
- Poné a prueba la resina en una colada grande: si no es de buena calidad, se raja poco tiempo después de iniciar el proceso de fraguado.
Creá tu primavera
Las condiciones del ambiente influyen muchísimo en la resina y también en los resultados estéticos de tu creación, como el brillo y la transparencia. Por eso, a mis alumnos les digo que necesitamos ambiente de primavera: 20 grados y humedad cero durante todo el proceso.
- Si la resina luce turbia o con zonas veteadas, habrá que recomponer (con paciencia) su temperatura ideal antes de combinarla con el endurecedor. Mejorá la temperatura ambiente y colocá el envase a baño maría o cerca de una fuente de calor hasta que recupere su estado fluido y transparente.
- La humedad y el polvillo atentan contra cualquier resina (aun la mejor del mundo). También pueden opacar (literalmente) tus resultados generando piezas con cierta rugosidad, una película áspera en la superficie o adherencias no deseadas.
Ojo con la ansiedad de principiante
El vidrio líquido es el resultado de una reacción química: cuando la resina se mezcla con el endurecedor, cataliza; es decir que inicia su proceso de fraguado, levanta temperatura (mucha cuando se trabaja en grandes cantidades) y así comienza a solidificarse.
- Para quienes recién se inician es difícil regular la ansiedad que genera este paso. La clave es mezclar bien para integrar los componentes y hacerlo suavemente de manera sostenida. Es crucial para evitar el ingreso de aire y su consecuente formación de burbujas, nada de batidos, ni movimientos frenéticos.
Enemigas íntimas, las burbujas
Al tratarse de un fluido espeso, cualquier burbuja que quede atrapada tendrá que esforzarse para subir y, además, deberá salir antes de que la superficie endurezca. Para esto hay soluciones:
- Elegir una buena resina y realizar el proceso de mezcla con mucha paciencia para minimizar la formación. Esto requiere práctica, como en cualquier arte.
- Si se generaron microburbujas (puede pasar), hay varios truquitos: dejá reposar la mezcla un par de minutos para que inicien su ascenso, luego rociala –muy poco– con Quitaburbujas (Alcohol isopropílico) que rompe la tensión superficial y ayuda a liberarlas. ¿Otra buena? Un poco de calor. Se puede usar un sopletito para la superficie, pero un recurso muy práctico para los comienzos es dejar reposar el envase de la mezcla sobre una almohadilla térmica.
La práctica hace a la maestría
Como en todo arte, las mil posibilidades creativas del vidrio líquido se descubren ejercitando. Si pensamos la evolución desde el incremento de las dificultades técnicas, es ideal comenzar a practicar sobre superficies planas (una bandeja sobre la que aplicaste un decoupage puede ser una buena idea).
- Siempre asegurate de que la superficie a vitrificar esté impermeabilizada y que el objeto se encuentre nivelado para obtener una película pareja.
- Hacer formas usando moldes puede ser el siguiente desafío. Comenzá a trabajar figuras pequeñas como llaveros, bijouterie y posavasos, entre otros, para descubrir cómo cambia la reacción y el comportamiento del vidrio líquido en volúmenes más grandes.
- Siempre tené en cuenta que la resina copia fidedignamente la superficie del molde: una mínima textura, marca o porosidad se replicará en tu pieza y esto puede quitarle ese brillo único (tenelo en cuenta si usás como molde algún elemento casero). Hay moldes de silicona especiales para que tu pieza luzca 100 % lisa y brillante.
Como evolución de tu arte también podés aventurarte a mezclar colores al volcar las resinas, insertar glitter o elementos que queden en suspensión en tu pieza y diseñar tus propios moldes, entre muchas otras opciones que, seguramente, nos encuentren en otro capítulo.