Celeste Bandera
Hay un dicho popular que se suele usar para referirse a lo simple y directo:
el que quiere celeste… que mezcle azul y blanco.
Para quienes trabajamos con color, nada más impreciso que eso, porque según qué azul y qué blanco se mezclen, será el celeste que obtengamos.
La carta original de Eterna no incluía el 46. CELESTE BANDERA, que hoy para nosotros es un clásico. Fue una de las primeras actualizaciones de color que decidimos hacer, y se adueñó de una curiosa anécdota.
“Cuando pensamos en sumar este color, intenté respetar lo que yo suponía que estaría establecido por normas para nuestro símbolo patrio. Pero no, no estaba”, cuenta el Ing. Químico, Rubén Civeira, gerente de Eterna.
El celeste de nuestras banderas fue un color indefinido hasta 2010. En ese momento, un comité nacional acordó qué celeste debía ser (L* 64.35 a*-7.02 b*-29.17 C* 30.01 H* 256.47) y lo especificó en el sistema CIELab, que identifica a los colores de acuerdo a los números que se asignan a tres variables: una de luminosidad y dos de tono.
Esto sucedió porque, con miras al Bicentenario de la Independencia (9 de julio de 2016), un decreto presidencial estableció que todos los edificios públicos debían regularizar, según normas IRAM, sus banderas nacionales.
En las líneas de Eterna
El celeste bandera al que siempre nos referimos los argentinos fue un celeste acordado casi 200 años después de la creación del símbolo patrio, aunque en Eterna ya habíamos formulado nuestro querido 46 de la carta sin referencia alguna.