Cable a Tierra
La aparición de la COVID-19 cambió rotundamente nuestra cotidianeidad y nos enfrentó a una situación totalmente desconocida que generó incertidumbre, miedo y angustia, entre otras emociones que cada quien transitó a su manera.
Compartimos aquí algunas experiencias de quienes optaron por los pinceles y las pinturas como vehículo para poder canalizar sus vivencias y, por qué no, alentar una pospandemia ¡a puro color!
1
Laura Ibars
Mar del Plata, Buenos Aires
Pinturas sobre pared
“Los cuadros en el paredón de mi casa los realicé durante los primeros dos meses de cuarentena. De hecho, a esta obra la bauticé COVID-19 y la realicé tratando de mostrar que detrás de toda dificultad que se presenta en la vida, hay siempre una nueva forma y distintas maneras de resolverla. Mientras realizaba este trabajo sentía mucha tranquilidad y calmaba mis ansiedades. Me gustó mucho el resultado por su colorido, los contrastes y la impresión que produce al verlo”.
2
María Gabriela Fernández
Maipú, Mendoza
Cuadro con espátulas y texturas
«Frida en Primavera es, quizás, la contracara de este momento: un cuadro lleno de colores brillantes, inspirado en la propuesta de la paleta de Acrílicos Eterna, realizado con espátula y texturas. Representa la primavera que todos estamos esperando.
La pintura y el dibujo me abstraen de este momento tan difícil que pronto la humanidad va a superar. Mis clases de arte son mi cable a tierra”.
4
Fanny Ellena
Villa Santa Rosa, Córdoba
Macetas decoradas
“Desde niña, pinto todo lo que caiga en mis manos: desde bastidores hasta macetas, como en este caso. Pintar sobre cualquier objeto me hace sentir que desaparezco, estoy en mi mundo donde no hay reloj. Esta pandemia me regaló ese tiempo que no corre para pintar, crear y disfrutar lo que más amo”.