Creatividad del hobby al oficio
“Me encanta crear, dibujar, pintar… y con todo eso emprender, usarlo como un medio de vida y de expresión. Mi objetivo es que la gente tenga un poco más de alegría en sus días rodeándose de color. Siento que el color te cambia la vida”.
EMPRENDEDORA:
Estefi Ambrosio
Artista.
El proyecto de la joven neuquina alcanza una variedad de objetos pintados a mano, desde zapatillas, hasta remeras y tazas. Un talento que comenzó en la infancia y se convirtió en negocio.
Ábranse a mostrar lo que hacen, no paren, no se detengan a evaluar las mil posibilidades porque ahí seguro es el miedo el que gana.
La más likeada
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Cómo comenzó:
Ay Caramba! nació como un emprendimiento de accesorios. Yo producía desde pequeña mis propias pulseras, collares, etcétera. En mi adolescencia alguien me preguntó dónde había conseguido mis aros, a lo que respondí que los había hecho yo misma. Esta persona me contestó: “son hermosos, tenés que hacer para vender”. La cosa se fue poniendo seria: tuve que pensar un nombre para este emprendimiento y, a mis 18 años y sin tener idea de lo que me esperaba, dije en broma: “Ay Caramba! Accesorios sorprendentes”. A partir de ahí quedó. En marzo de 2013, abrimos la primera tienda e invité a amigas y conocidas a vender sus productos en mi local… terminó convirtiéndose en una tienda de diseño. La moda de los accesorios había mutado y me sentía estancada (no supe adaptarme), lo que yo hacía ya no se usaba. Mi as en la manga eran las zapatillas pintadas, que empezaron siendo a pedido y terminaron por ser mis creaciones personales, con una condición: mis diseños no son copias de nadie, son ideas originales. Mi mamá, que es artista, me acompañó a una librería a comprar las pinturas y pinceles. Como necesitaba testear la calidad de mi producto, una de mis primeras compradoras fue mi abuela.
UN CONSEJO
Anímense.
Ábranse a mostrar lo que hacen, no paren, no se detengan a evaluar las mil posibilidades porque ahí seguro es el miedo el que gana. Arriesguen. Aunque sea a mostrar, a hacer: si gusta, se animan a emprender. La vida es más feliz cuando la gente hace lo que le gusta.
Siempre estoy saltando de pintura Eterna, en pintura Eterna: para telas, esmalte acrílico (es mi favorito, pinta todo) y a la tiza.
En el camino fui probando otras marcas, pero siempre vuelvo.
Desde el principio amé la consistencia y la fluidez (y cuando las fui comparando aún más), la calidad de los pigmentos y el poder cubritivo. También estoy usando bastante las pinturas para sublimar… ¡por Dios! ¡Qué camino de ida el mundo de las pinturas y los pinceles!