Autorretrato
con la oreja vendada
La historia oficial dice que el artista holandés Vincent Van Gogh se lastimó a sí mismo y solo el lóbulo de la oreja. Sin embargo, hay otras historias acerca de varios detalles del conflicto que dio lugar a esta reconocida obra.
El escenario del incidente entre Vincent Van Gogh y Paul Gauguin, dos amigos pintores que vivieron juntos un tiempo en Arlés, ya no existe.
Era una casa amarilla que fue bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial en esta ciudad del sur de Francia. Lo que sí existen son muchas versiones sobre la pelea que ocurrió allí y que concluyó con Van Gogh herido.
Vincent llegó a la región de Provenza a los 35 años cuando, a pesar de su talento, sus obras eran un absoluto fracaso. De hecho, fue su hermano menor, Theo, un comerciante de arte, quien le dio apoyo emocional y financiero durante mucho tiempo. Van Gogh había llegado desde París con la intención de conformar una Comunidad de Artistas del Sur en este pequeño pueblo a orillas del río Ródano. Poco antes había conocido a Paul Gauguin, así que lo invitó a instalarse junto a él para trabajar y compartir ideas.
Si bien ambos se profesaban mutuo reconocimiento, las diferencias de carácter afectaron su convivencia. Van Gogh tenía problemas de depresión ─que se harían más evidentes después de perder la oreja─ mientras que Gauguin tenía una personalidad más firme y extrovertida.
La noche del 23 de diciembre de 1888 los encontró a ambos discutiendo y, según Gauguin, Van Gogh lo amenazó con una navaja para luego cortarse el lóbulo de la oreja en un rapto de locura. De inmediato y todavía en shock, el holandés envolvió la parte mutilada con un trapo y la llevó hasta un burdel, en donde se la entregó a una muchacha amiga de él, (dicen) llamada Rachel.
Una carta de otro pintor ─Paul Signac─ confirma que fue solo el lóbulo y no la oreja entera el objetivo de este acto irracional. Sin embargo, existen dudas sobre quién fue el autor del ataque: algunas voces sugieren que fue Gauguin (conocido por el buen manejo de las espadas) quien cortó a su amigo. Según esta versión, Van Gogh decidió no inculparlo para evitar que vaya a la cárcel.
La investigadora británica Bernadette Murphy aporta, además, otros datos curiosos sobre esta pelea. A pesar del escrito de Signac, la especialista sostiene que Van Gogh perdió la oreja por completo. Y como prueba exhibe un dibujo del doctor que lo atendió en donde se muestra la altura del corte. La investigadora también indagó en el vínculo entre el holandés y su amiga: asegura que su verdadero nombre era Gaby, trabajaba en la limpieza de burdeles y tiendas, y que había conocido a Van Gogh en París.
En cualquier caso, la policía encontró a Vincent envuelto en vendas ensangrentadas en su casa, la madrugada de la víspera de Navidad. Lo llevaron al hospital y allí pasó tres días delirando. Poco después de recibir el alta pintó su obra “Autorretrato con la oreja vendada”, uno de los casi 40 que reflejan su imagen en distintas etapas de su vida.
Con pinceladas cortas y cargadas de óleo, Van Gogh se retrató vestido con un gabán y un gorro abrigado. Su oreja mutilada fue la izquierda, aunque en el lienzo aparece del lado opuesto, lo que permite suponer que lo pintó frente a un espejo. Una venda blanca cubre su oreja, mientras que por detrás se recorta la imagen de una estampa japonesa, una manera de revelar al espectador la influencia del arte oriental en su pintura. Su rostro dice el resto: serio, de mirada tranquila y algo mustia, se percibe cierta melancolía.
Actualmente, la obra forma parte de la colección del Instituto de Arte Courtauld y está en exhibición en la Galería Somerset House de Londres.