Reparar una mesa
de fórmica dañada

Te encariñaste con una mesa por su funcionalidad y tamaño más que por su estética, querés reciclarla y actualizar su color, pero presenta algunas dificultades: es de fórmica (o enchapada) y tiene zonas dañadas. No te desanimes, el desafío es 100 % realizable. Para que salga tal como lo soñás, le consultamos a una experta en imitaciones, restauraciones y falsos acabados:  Lidia González Varela con quien preparamos estos tips.

1. Analizar las zonas dañadas:

Es importante evaluar el tipo de deterioro.
Si la tabla tiene algunos los detalles, propios del uso, como por ejemplo: el típico desgaste o decoloración del enchapado que suele sufrir la fórmica en zonas de mucho uso,  si se le cayó un objeto puntiagudo y se hundió una zona o tiene algunos rayones, vale tomarse el trabajo de su restauración.

En cambio, si la tabla tiene agujeros y saltones del enchapado por todos lados o está hinchada por efecto de la humedad, pero querés conservar la estructura de la mesa, quizás te conviene cambiar la tabla por una de pino (o similar) para concentrarte solo en la intervención.

2. Reparar las partes:

Para rayaduras poco profundas o desgastados, te recomiendo pasar una lija mediana apoyada en un taco de madera y luego una pasada de una más fina para que se iguale la superficie. Para rayones más marcados, hendiduras o saltados del enchapado aplicá –después de lijar– Pasta para Modelar con una espátula. Este producto adhiere muy bien a casi cualquier superficie y, una vez seca, emprolijás con la lija.

3. Generar mordiente:

Hay fórmicas súper lisas y brillantes y otras que tienen una leve porosidad y lucen más opacas. Estas últimas tienen mejor agarre a la pintura. De todos modos, no viene mal pasar a toda la superficie una lija mediana (no gruesa, porque el objetivo no es volver a rayar).

4. Intervenir:

Las Chalk Paint son ideales para reciclar muebles y su paleta de colores (súper actual) está pensada para la decoración hogareña. También podés utilizar Base Acrílica, una pintura muy similar al acrílico, con tonos más pasteles e ideal para grandes superficies.  En ambos casos tenés que considerar algunos tips de protección final.

Si te arriesgás a un detalle más, podés realizar otras intervenciones sobre la superficie pintada como, por ejemplo, un  decoupage con alguna de las láminas de seda en el centro.

5. Proteger:

Es muy importante este paso, incluso para que consideres la pintura que vas a elegir. Si tu mesa tiene un uso cotidiano y muy intensivo o va a estar al aire libre, sin dudas te conviene proteger todo con Hidrolaca al Agua Transparente, es lo más resistente. En este caso, considerá que si pintaste con Chalk Paint (pintura súper mate) la protección le dará un acabado satinado, es decir un leve brillo. Si tu mesa tendrá poco uso o simplemente será decorativa, tipo apoyo, podés utilizar otro Barniz: poliuretánico o Barniz CKP –extra mate– o Cera CKP.