@gonzagianotti

Creatividad del hobby al oficio

Soy artista y artesano.
Pinto, escribo, dibujo, compongo canciones, canto, diseño objetos artísticos, marmoleo telas y papeles y también hago encuadernaciones artesanales.

EMPRENDEDOR:
Gonzalo Gianotti
Artista.

“La disciplina es fundamental. Los esfuerzos intermitentes llevan a resultados intermitentes”.

Cómo comenzó

Tuve la suerte de conocer el arte plástico desde muy chico. Cuando tenía 6 años, mi mamá me inscribió en el taller “Salvador Dalí” de Alejandra Lettieri en la ciudad de General Lamadrid. Ahí conocí las corrientes artísticas, las vanguardias, aprendí a trabajar con tinta china y me enamoré. ¡Hacíamos obras con puntillismo! Trabajábamos con gubias sobre linóleo, moldeábamos arcilla, tallábamos el yeso y pintábamos con óleos.

A fines de 2012 comencé a indagar en la encuadernación, pero utilizando el formato de cuaderno como soporte pictórico: pintaba las tapas con acrílicos y el interior tenía fotos cosidas, frases, textos míos y de otros artistas. Un año después empecé a profundizar en la encuadernación como oficio. Abrí mi taller en Olavarría en 2017 para dar clases de encuadernación, cartonaje (estuches y cajas),  hacía trabajos personalizados e invitaba a otros profesores a dar clases a mi atelier. Gracias a ello aprendí un poco de lettering, de pop up, de reparación y restauración de libros, de serigrafía y de marmoleado. El marmoleado fue amor a primera estampa y, desde entonces, mi estudio técnico se orientó a la estampa del papel. Lograr un estampado aceptable me llevó muchos meses de trabajo.

En 2018, nos enteramos de que mi hija estaba en camino y decidí mudarme a Tandil. Ahora tengo el taller en mi casa, pero con intenciones de generar un nuevo espacio si el 2021 nos los permite.

UN CONSEJO

El arte es un camino lleno de satisfacciones y de obstáculos. No existe una fórmula del éxito, pero sí considero que gran parte depende de conocerse a sí mismo. Es el primer paso para saber qué querés.

Además, hacer un trabajo de introspección es muy necesario. Por ejemplo: ¿cuáles son tus fortalezas y limitaciones? ¿Qué querés lograr con tu obra?

Por otra parte, no hay que perder de vista el enfoque comercial. Y, por último, la disciplina es fundamental. Los esfuerzos intermitentes llevan a resultados intermitentes. Es necesario planificar las acciones para llegar a los objetivos. Lo ideal es que todo esto lo dejemos claro por escrito.

Para marmolear utilizo acrílicos decorativos porque funcionan muy bien. En esta técnica es importante encontrar la estabilidad de la pintura, los colores se preparan con una densidad justa y se utilizan a una temperatura determinada.
¡Los acrílicos perlados son excelentes!